5.28.2006

9.3.06

(...)
y además extraño esa cosa hermosa que es la reciprocidad,
esa locura de saber que te van a elegir a vos porque vos elegirías a esa persona, y que eso sea prueba suficiente.
sé vaciar a las palabras de sus contenidos y significados pseudoimpuestos, por algo puedo decir mimejoramiga cuando hablo de una rubia flaca y (ahora) tetona de la que no sé ni en qué ciudad vive y que no debe saber ya de mí mucho más que mi amor por el olor a lluvia-
y a su vez, sin embargo, puedo entender la esencia de ese título absurdo, sus implicaciones tan hermosas como inexplicables. ¿existirá todavía, o es de esas cosas que hay que dejar cuando te empiezan a crecer las tetas? Sí, ya sé que pueden verse miles de amigasinseparables tan sólo en el colegio, pero exactamente eso a lo que me refiero, no suelo verlo.
Blah, hablo de lo que quiero como si supiera qué es, y en realidad la única pista que tengo para encontrarlo es cómo creo que me haría sentir.

Necesito un detective privado.

(o una dosis de madurez)

(o dormir)

escrito en mi cuaderno hace algunos meses... yo qué sé.

5.15.2006

desconexión sideral





"Y lo peor es que sin esas personas odiosas estaríamos peor", dijo mi casi amigo de verdad. A veces las cosas tristes son tan ciertas que no se puede evitar quedarse mirándolas con la misma cara que miraría algo increíble y maravilloso, irradian una hermosura que las hace volver menos tristes y menos ciertas, como mirar las estrellas con los ojos empañados, uno se concentra tanto en volver a ver las estrellas como puntitos que se olvida de por qué lloraba, qué locura.

(sisi, me callo)