12.28.2006

extraño


Extrañar es uno de esos verbos de conjugación incierta que pueden deslizarse sutilmente en un presente cuando quieren expresar un futuro certero. Yo te extraño, pero no porque realmente te extrañe ( 4. tr. Echar de menos a alguien o algo, sentir su falta), sino porque te voy a extrañar prontamente. El verbo y el sentimiento van a destiempo, uno extraña en presente cuando echa de menos en futuro, uno extraña porque sabe que va a sentir su falta. Uno extraña por la certeza de las horas de ausencia por delante, o los días, o los meses, o las indeterminaciones. Y extrañar no sólo es ambiguo temporalmente: también genera distintos sabores y sensaciones, duele dulcemente, oprime el estómago pero con una suavidad sedosa y almidonada. Y la más dulce por ser a la vez la que más sal genera es la última de esas extrañaciones, la que nos deja siempre con la esperanza de un vuelta a empezar, la que no nos permite llevar una cuenta regresiva pero sí nos hace escuchar música, sacar fotos, escribir.
Pero cuando ya pasamos por el
extrañardecorazóndemelón demasiadas veces, sentimos una cierta tranquilidad al extrañar como la cáscara del melón o como una frutilla. y al refugiarnos en el conteo de los días nos damos el lujo de disfrutar de la certeza de que cuando esa ausencia desaparezca todo se va a ver más brillante.




esta es
la canción
de las noches perdidas

si quieres te la cambio
por un rato
en tu cama


12.03.2006

Y estamos terriblemente encerrados entre las posibilidades que el otro nos da, porque de algún modo somos lo que el otro nos deja ser y nada más que eso. es como si fuera un gran juego, creamos un personaje y lo representamos constantemente y sin notarlo, desarrollamos habilidades y cualidades particulares a los ojos del otro, al cual le gusta tal o cual característica nuestra y le disgustan ciertas actitudes y reacciones; hasta quizás también algún que otro rasgo intrínseco puede molestarle. esas cosas bonitas y no tanto construyen nuestro personaje, es decir que es el otro el que lo construye: para cada juego somos construidos por nuestro adversario que es al mismo tiempo nuestro aliado y nuestro juez. también es él quien nos pone los límites pues su actuar y su sentir van condicionando los nuestros. y el juego se desarrolla con completa normalidad, cada uno atrapado en la imágen que el otro tiene de él va saltando de casilla en casilla pero sólo por aquellas que el otro, conscientemente o no, habilito con su propio andar.

y de esa manera no nos permitimos sentir de determinada manera, o mejor dicho nos rehusamos a clasificar nuestros sentimientos, porque controlarlos es algo que ciertamente no logramos. y es tan terriblemente razonable que no podamos admitir que eso que nos pasa con esa persona a la que tenemos que rogarle para que nos salude es lo que en otras circunstancias habríamos denominado sin dudarlo demasidao "me gusta". porque es ciertamente aterradora la manera en la que este juego nos va envolviendo y va haciedno que lleguemos a creenos nuestro papel, a olvidar qué había detrás del personaje y que nos mintamos a nosotros mismos a medida que vamos cayendo como por una espiral en le miedo a la falta de una cosa asquerosamente dulce e inexistente, la reciprocidad.




we're creatures of the underworld

we can't afford to love