8.30.2008

drexler, dolina, amores perros

lo que dolería por siempre hoy se desvanece


y no sentir ningún dolor es lo que duele más


pero también somos lo que hemos perdido;


el olvido es para los que se van sin pagar

y yo ya pagué.

8.05.2008

5 a.m.

Es un poco raro encontrarme así a estas horas de la madrugada. No voy a negar que es mi costumbre, pero generalmente me encuentro ensimismada en alguna actividad de lo más inútil. Sin embargo ahora, después de haber dormido unas horas y de que, como siempre, me despertara alguien entrando a buscar algo, estoy, sorprendentemente, desvelada. Intenté volver a dormir, intenté estudiar, y de repente ya son las cinco y no conseguí nada de eso. Y supongo que el motivo puede ser, en parte, que la continua irreflexividad en la que vivo lleva a mi cabeza, demasiado analítica por naturaleza, a un estado de continuo desborde. Algo en mí necesita analizar, conocer, repasar minuiciosamente todo lo ocurrido en los últimos.. días? semanas? creo que meses quedaría grande. Pero sin embargo, maravilla de las maravillas, el tiempo es menos objetivo de lo que uno pensaría. Y en este último tiempo mi vida cambió revolucionariamente, y yo misma cambié, más de lo que había cambiado en años. Es un cambio que se fue dando de a poco y sutilmente, sobre todo desde que empecé a estudiar lo que realmente me gusta, desde que empecé a expandir mis horizontes, etc, etc. Pero por muy de a poco que se haya dado, se mantuvo oculto hasta que de repente, casi demasiado abruptamente, salió a la luz. Y no puedo quejarme de absolutamente nada.
Lamento un poco haber tenido que lastimar gente, haber estado tan confundida, haber sido un poco egoísta. No dudo que el período de absoluta incertidumbre que viví hace unas semanas haya sido, como mínimo, inevitable, si no, tal vez, incluso necesario. Como fueron necesarias otras muchas cosas para que ahora esté donde estoy, como estoy. Contenta.
Sin embargo, no puedo negarlo: el papel de mala de la película no me queda, no lo sé usar. Hacía años que no me tocaba, y me desacostumbré un 100%. Es altamente más fácil ser víctima que victimario cuando se hacen las cosas sin malas intenciones; no es nada lindo para mí ver a alguien pasarla mal como conscuencia de mi búsqueda del camino que me haga más feliz; eso le quita un poco de felicidad a la felicidad.
Volviendo a lo que decía en algún momento (o tal vez nunca lo dije y sólo lo pensé), creo que de todas las personas que se sorprendieron de mis recientes actitudes, decisiones, cambios, riesgos, etc, la más sorprendida de todas soy yo. Cuando trato de mirarme con mis propios ojos de hace, digamos, unos meses, me parece increíble no estar llorando por los rincones. Y es maravilloso, porque siento que las cosas se dieron de la mejor manera posible.
Tampoco quiero que se entiendan de este texto desvelado cosas que no siento ni pienso: yo fui muy feliz en mi relación, a pesar de todo. Y no me arrepiento de nada de todo lo que hice, de todo lo que "sacrifiqué", de todo lo que cambié, de todo lo que tuve que superar. Porque todo eso valió la pena, y yo lo sé. Y vos, si llegás a leer esto, lo sabés también, espero.
Pero ahora estoy más feliz de lo que estuve en demasiado tiempo. Por supuesto, acá viene lo que todos piensan pero no dicen: uno siempre está feliz al principio, uno siempre tiene esperanzas y entusiasmo, uno siempre le pone ganas. También mucha gente me dijo eso sobre la carrera, y me molesta mucho. Pero volviendo.. no me importa. Estoy increíblemente feliz y agradecida con el universo por la forma en la que se dieron las cosas, por poder tener cada día nuevos recuerdos lindos que no me dejen dormir. Y lo que aprendí, aunque me tomó mucho trabajo, es que lo tenga que ser, será. Lo único que queda en mí es saber que hice todo lo posible, que me jugué por lo que quería, por lo que creía, o al menos por lo que creía querer. Y por ahora lo vengo haciendo.
No fue nada fácil para mí, y creo que todos los involucrados (que son más de los debidos, no vamos a negarlo) lo saben, aunque algunos más que otros. Pero bueno, después de poco más de un mes de incertidumbres que sólo iban en aumento con el pasar de los días sin que yo tomara, básicamente, ninguna verdadera decisión, algo en mí entendió algo, o no sé bien qué pasó.
Durante el último mes no hice más que cerrar caminos, puertas, ventanas; y la apertura de nuevas opciones me desconcertaba aun más. Lamentablemente hay demasiadas cosas que entran en juego a la hora de elegir, no sólo lo que uno quiere. Y lo peor es que, en mi caso, ni siquiera eso era constante, dado mi desequilibrio emocional. Pero, valga la incoherencia, sin darme demasiada cuenta me fui dando cuenta de lo que quería.

y me jugué por eso.
y acá estoy.

no me arrepiento ni un segundo.














pd: si alguien lee esta cosa gigante, aparte de gaanrse el premio de la persona más amada por mí, debería notar que usé mayúsculas pese a que las odio, solo para que se haga más legible, je.