12.28.2006

extraño


Extrañar es uno de esos verbos de conjugación incierta que pueden deslizarse sutilmente en un presente cuando quieren expresar un futuro certero. Yo te extraño, pero no porque realmente te extrañe ( 4. tr. Echar de menos a alguien o algo, sentir su falta), sino porque te voy a extrañar prontamente. El verbo y el sentimiento van a destiempo, uno extraña en presente cuando echa de menos en futuro, uno extraña porque sabe que va a sentir su falta. Uno extraña por la certeza de las horas de ausencia por delante, o los días, o los meses, o las indeterminaciones. Y extrañar no sólo es ambiguo temporalmente: también genera distintos sabores y sensaciones, duele dulcemente, oprime el estómago pero con una suavidad sedosa y almidonada. Y la más dulce por ser a la vez la que más sal genera es la última de esas extrañaciones, la que nos deja siempre con la esperanza de un vuelta a empezar, la que no nos permite llevar una cuenta regresiva pero sí nos hace escuchar música, sacar fotos, escribir.
Pero cuando ya pasamos por el
extrañardecorazóndemelón demasiadas veces, sentimos una cierta tranquilidad al extrañar como la cáscara del melón o como una frutilla. y al refugiarnos en el conteo de los días nos damos el lujo de disfrutar de la certeza de que cuando esa ausencia desaparezca todo se va a ver más brillante.



2 comments:

Unknown said...

y cuando esa ausencia desaparezca, "después de la amargura.. lo dulce va a ser más dulce"... entonces, desde algún punto de vista valió la pena el extrañar.
siempre tenes las palabras justas
y ahora te voy a extrañar
pero después nos toca el rencuentro =)

María Elisa Quiaro said...

así pasa, a veces los verbos y sus tiempos se conjugan y se dibuja la más verdadera de las verdades