Es que a veces soy un poco menos tuya, un poco menos mía, un poco menos yo;
a veces me voy un poco alto, no sé si tengo alas, si sólo sueño muy fuerte o si me caigo al revez (hasta eso hago mal)
y no, entonces yo tampoco sé como bajarme, ¿te preguntarás vos cómo hacerme bajar?
Quizás no entiedas de dónde salen mis miedos -de dónde salen tantos-o qué cosas me duelen así; pasa que, ¿sabés? esas cosas a veces estan tan adentro que no sé, yo no sé como se sacan, como se van... no creo que sepas de qué te hablo, tenés esa tan admirable capacidad para resolver tus sentimientos como teoremas...
Yo no, yo sólo puedo quedarme acá entretejiendo palabras -¿perras negras?- que me duelen un poco como besos sin anestesia, palabras que tienen el mismo gusto amargo de todas esas verdades sin azúcar --- y a mí me gustan mucho las cosas dulces!
Y es que a veces no hago otra cosa que ver fantasmas, o imaginarlos para que llenen ciertos agujeros. El problema es que soy tan nena, que todavía me dan miedo los fantasmas -hasta los inventados-.
Escrito ayer en mi rato de mucha tristeza, no tomar demasiado literal porque no lo es.
5.03.2005
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1 comment:
Mmm.. a lo mejor no estamos hablando pero queria que sepas que me gustan mucho estos escritos.
Saludos, Ateo ;) (K)
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